3 de abril de 2011

Fluir

No luches. Avanza como el agua entre las piedras en el devenir del río. Imagina que a partir de ahora actúas como ella. Sin oponerte. Desviando tu camino ante los obstáculos sin esfuerzo para proseguir la senda hacia el mar eterno. Utiliza toda tu energía para lo que quieres, sin perderte en dilaciones, lamentos o quejas, llevándola dónde quieras llevarla (ver min.18 Singulars).¿No es más eficaz?

Desplázate sin detenerte, relajada, constantemente, y con brío.  Dice Osho en su carta del Fluir que el movimiento tiene unas cuantas cosas hermosas. Una de ellas es que las aguas te llevan a lo profundo. Y desde allí puedes ver el remolino de la superfície de una manera más cristalina. Pero no sólo esto. Fíjate en esa pequeña cascada. En ese salto que momento a momento se sucede. Y sé consciente de cada segundo. En una consciencia que te abstrae del yo para sólo vivir el instante presente. El resto desaparece y pasas a fomar parte del todo.

Leí una vez hace más de diez años en un artículo del suplemento dominical que "Flow" de Mihaly Csikszentmihalyi, era "La última teoria de la felicidad. Fluir, o como convertir cada instante en algo excepcional”.Ya dejé en un comentario de este blog el inicio de ese artículo: “Imagine que esta descendiendo por una pista de esqui. Toda su atención se concentra en los movimientos de su cuerpo, en la posición de sus esquis, en el aire silbando al rozar su rostro y en los árboles cubiertos de nieve que se suceden veloces a ambos lados. En su mente no queda lugar para conflictos ni contradicciones. Sabe que si un pensamiento o una emoción le distraen, se dará de bruces en la nieve. La pista es tan perfecta que desea que no se acabe nunca.
Si el esquí no es su fuerte, esta immersión total en una experiencia podria ocurrirle mientras baila, canta en un coro, juega al bridge o lee un buen libro. Si usted es de los que adoran su trabajo, tambien podria aparecer durante una complicada operación quirurgica o al cerrar un acuerdo financiero. O podría sucederle al charlar con un buen amigo o jugar con un niño pequeño. Momentos como éstos son como una ventana abierta hacia la intensidad de la vida que contrastan con el gris telón de fondo de la cotidianidad.”

Descubrí una vez mirando una puesta de sol ante el Atlántico esta sensación. Me di cuenta más tarde, por supuesto, y ello fue una gran revelación. Después me he dispuesto a vivir de nuevo de esa manera sirviéndome de su recuerdo. Busca pues en tus experiencias momentos como éstos y conviértelas en un hábito, en tu modo de vida. No son necesarios grandes paisajes, sino el que te rodea cada mañana. Olvida tus resistencias; respira, respira hondo, respira con el abdomen, actúa y fluye. Vive. Sin programa que encorsete las etapas del viaje que quieres realizar. En un equilibrio danzante, como las ondas sinuosas del arroyo que discurre entre los campos. Con la confianza que vas a llegar. Sé feliz. Porque no habrá otro instante como el de ahora y sólo tu puedes decidir como vas a vivirlo.

Post de: Eulàlia

3 comentarios:

J. dijo...

Simplemente genial. Siempre me haces sentir bien, besos guapísima

BLOG de Direccion y Desarrollo de Personas dijo...

Y tu me haces sonreir. Feliz aniversario de semana santa.

BLOG de Direccion y Desarrollo de Personas dijo...

Para mi compañero de grupo de estudio y gran amigo.