Ayer al salir al jardín descubrí esta enorme y rara flor carnosa en medio de una planta pequeñita y digamos del montón, que he heredado. Fue tal mi sorpresa que saqué la blackberry para inmortalizarla. Te puedes perder en sus complejos detalles. Que bello regalo, e inesperado. Me gusta por lo singular. Estoy contenta de haberle dado agua todo el verano.
Pienso en la complejidad y la belleza de las personas que puedes encontrar detrás de una apariencia normal a primera vista.
Clicar encima y la vereis en toda su dimensión.
3 de octubre de 2011
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4 comentarios:
Ui, sí que és singular, sí!
Jo tampoc no l'havia vista mai.
:)
por la noche se doblan los petalos y queda un pentagono plano. me tiene maravillada
Me encanta este escrito, breve, sencillo y lleno de metáforas y conexiones. Uno de mis actividades favoritas es conectar lo que veo en la naturaleza y en el mundo de cada día a otros lugares y a otras ideas.
Veo que tú también lo haces de forma natural y me resuena esa voz tuya.
Me encanta esta frase: estoy contenta de haberle dado agua todo el verano. Qué bello y cuanto significado hay - podría escribir una tesis sobre esta idea de cuidar algo sin esperar ni conocer su "resultado". Siempre emerge belleza si sabemos parar y verla.
Gracias por hacerme sonreír con esta exótica flor.
Saludos,
Jenifer
Gracias Jennifer!
Todo un elogio este comentario, viniendo de ti. Sigo tu blog! un abrazo
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