10 de octubre de 2010

Crea tu vida

Nunca hasta ahora había sido tan consciente de la importancia de hacer lo que un@ cree. Releo la carta al lector de Silvia Guarnieri en el tercer cuaderno de coaching “Creer para Crear” y me gustaría haber hecho algo de filología para conocer el origen de que sólo una letra separe dos palabras que ligadas en esta frase tan cortita desarrollen tan enorme potencial.

Me doy cuenta de que todas aquellas cosas que un día me imaginé, han sido posibles después a base de trabajo y del mismo convencimiento interior que perduró de la idea primigenia. Pero he andado por la vida sin darme cuenta, en una especie de programación invisible para mí hasta ahora. Un poco de casualidad, y bastante más de las creencias que me han legado mis antepasados en mi educación y el entorno que me ha visto crecer. Doy gracias y les honro por ello.

Es en estos momentos de grandes cambios en que percibo en el lenguaje de las personas que me rodean las creencias limitadoras o posibilitadoras que las acompañan en sus quehaceres. Sin un espejo que les haga frente, se mueven por la vida y actúan en consecuencia, sin preguntarse si las ponen al servicio de su vida o es al revés. La pregunta mágica “¿Para qué creo en esto?” es una manera de replantearse creencias que han devenido obsoletas en los días que nos toca vivir. No quiero decir que abandonemos todo lo que creemos, sino que revisemos aquello que nos im-posibilita, siguiendo el grafismo de Silvia. De espejo sirve el coaching.

En una situación de decrecimiento sostenido de ventas, un manager que piensa que no se puede hacer nada para motivar a su equipo dada la situación, está negando la posibilidad de remontar antes que su competencia. En cambio, el que cree que siempre hay algo que hacer, aún en el mismo entorno que el anterior, mantiene a su equipo con las ganas de llegar a la cifra que previamente ha visualizado y en la que cree firmemente que puede alcanzar.

Pero hablaba sobre algo superior, y es la creación del propio discurrir en este mundo. Algo que sólo nos atañe a nosotr@s mism@s. Creyendo en lo que queremos hacer y haciéndolo, estaremos creando y siendo quienes habíamos soñado. “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado” dice Buda. Piénsalo. Pero piénsalo de verdad. Qué quieres. Qué imaginas. Por dónde puedes empezar. Cómo transformarte. Qué cosas te impiden hacerlo. Qué posibilidades veo en lo que estoy viviendo. Qué es lo que no me deja ver las posibilidades. Y luego empieza a hacerlo. Siguiendo esta línea de pensamiento de Xavier Guix en el programa de radio “L’ofici de viure” dedicado a este enunciado, la pregunta que hace es “¿Aceptas que estas viviendo la vida que has escogido vivir? Soy creador si respondo: SI.”

Post de: Eulàlia

3 comentarios:

Ester dijo...

Muy bien hilvanado, Eula.
:)

Hace no mucho leí también un artículo de otro coach sobre esto mismo.

Lo tremendo es cuando una lleva media vida cuestionándose lo que hace y deja de hacer. Pero supongo que en la búsqueda está el camino. Sencillamente a algunas nos cuesta más dar con nuestro objetivo final.

¡Sigue así!

BLOG de Direccion y Desarrollo de Personas dijo...

gracias Ester! por comentar y por tu comentario. Estoy de acuerdo en lo que supones, y se me ocurre que... igual no tiene porque haber objetivo final. objetivos si, pero uno? a la porra!

Ester dijo...

¡OLE!
:D