Fueron buenos momentos. Hoy al apetecerme escuchar la música
que me dejaste, sabía que los volvería a recordar. Han venido de golpe hasta
llegar a mi lado. Debe ser porque he estado esta semana en el lugar en que nos
conocimos. Como tu, mis sentimientos desaparecieron debajo de mi ajetreada vida
hasta hoy desde la última vez que hablamos. No es que sienta lo mismo, no, ya
no. Somos personas diferentes ahora. Pero tu música me ha transportado a la pasión
y la calidez de aquellas miradas. Cada hombre se quiere de manera distinta, y a
ti te quise intensa, desbordante, felizmente; aunque al final lo que
descubrimos resultó que no podía ser.
Estoy a un clic de ti. Se quedó tu
teléfono en mi agenda y no he llegado a borrarte. Podría aparecer en tu vida ahora
mismo con un “smile” después de todos estos años. Quizás buscando otro “smile”.
Usando la frase de otro me bastaría con preguntarte: “¿Todo bien?” “Todo bien”.
No necesito, no quiero saber más. Pienso que alguien debería enviarnos al final
de nuestras vidas un resumen de lo que han acabado siendo. “Fue feliz”, quizás
bastaría. Si te vas antes que yo, buscaré tu epitafio. Pero el desapego es
también esto. Confiar que va a ser así, y dejar que ese algo mayor que nosotros
haga el resto. Así que creo que es mejor dejarte hacer como decidiste, aunque
sé que hace unos minutos has mirado tu móvil. Con esto es suficiente. Estás
bien.
Y yo, simplemente lanzaré estas palabras al vacío para darte las gracias,
para darnos las gracias, por ese torrente de emociones que se despertó en
nosotros esos días dorados. Ese torrente que ha vuelto hoy escuchando tu música
y me hace recordar cuán vivo se puede llegar a estar. Cada persona aparece en
la vida por una razón y tú lo hiciste para traer tu música y mostrarme como puedo
llegar a ser al escucharla. Una gran enseñanza. La vida es una caja de fuegos
artificiales por despegar. Efímeros y espectaculares. Como una película de
guión perfecto, los fuegos empiezan y acaban en un espacio de tiempo que puede
ser corto, y a la vez infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario