19 de diciembre de 2010

Re-acciones

Sábado por la noche. No he salido y me he quedado en casa, sola. Con una soledad diferente a la que he sentido estos días. Una soledad conmigo misma, y por tanto, reconfortante. No la soledad del profesional que empuja un objetivo. Hoy ha sido un punto y parada, día de descanso, de encuentro y meditación sobre lo vivido; por eso escribo este post. Aún no estoy recuperada del estrés y el agotamiento de unos días tan duros, y me preparo para los que quedan por llegar. Me pregunto como será la vida en otras organizaciones en estos momentos y si hay alguien que sólo piensa en los días de vacaciones de navidad, que ya es la semana que viene!

Espero que el trabajo hecho haya valido la pena. Porque, aunque quisiera, no creo que pueda olvidar estos días, ni estos últimos meses. Son el punto y final, o el inicio de una nueva etapa. Lo sé, y para esto me estoy preparando. Posiblemente hay muchas personas con las que he estado hablando estos días que no podrían entender lo que escribo. Ellas son las que han conformado conmigo un universo particular lleno de acciones y reacciones, defendiendo cada un@ sus propios intereses. Nuestros caminos divergirán en muchos casos a partir de ahora.

Es asombroso como una decisión puede dividir a las personas, y de repente etiquetarlas de una manera o de otra. Y como un@ mism@ se puede etiquetar, y etiquetar a otros. El desarrollo de los acontecimientos que se producen a raíz de esa decisión es como una obra de teatro con el hilo argumental ya definido por el autor, que discurre con sus tempos, sus momentos álgidos y bajos, hasta el final que nunca parece llegar. He vivido esta misma obra varias veces. "Esto también pasará" me he ido repitiendo para superar los momentos difíciles. La cuestión es perseverar y no desfallecer. Trabajar, trabajar y trabajar, para conseguir el resultado deseado. Acertar en los movimientos que un@ hace, muchas veces casi a tientas. Y sobre todo, gracias al poder de un equipo de trabajo que se complementa, con miembros que entran y salen, que aportan sus diferentes valores y esfuerzos en pro de ese mismo objetivo.

Pero me fascina la arquitectura de un proceso complejo en que intervienen personas: Reuniones, conversaciones, declaraciones, acciones individuales y grupales, acciones inesperadas y acciones que responden a una estrategia previa, acciones de movilización y de solidaridad, de protagonismo, de provocación, acciones conciliadoras... cada una de ellas es una acción por si misma y podría considerarse una reacción a su predecesora. El diseño y la coordinación de esta sucesión de acciones y re-acciones es casi un arte.

Para mi lo más importante es no haber dejado el observador en que un@ se convierte, que hace apreciar momentos y detalles singulares. Caras de preocupación y de concentración en la escucha que se quedan grabadas en la retina, lágrimas en los ojos ante declaraciones dolorosas, ira en los movimientos de unos brazos y desesperación en los gritos camuflados entre un coro; temblor en los dedos de la mano sobre un papel por el nerviosismo, determinación en la mirada y la voz de una contestación, ojeras y bolsas en los ojos de cansancio; palabras duras y hasta frases cómicas, bromas y risas incontrolables producto de la tensión; amabilidad y colaboración en gestos mundanos, esfuerzo y pragmatismo lleno de llamadas telefónicas, mails y sms; conversaciones banales en los entreactos de persona a persona, silencios de respeto y comedidos contactos físicos teñidos de cariño para trascender el momento... intentos de mucho respeto.

Reacciones humanas ante una misma situación que son increibles de observar. Hay mucho que aprender de todas ellas.

Post de: Eulàlia

6 de diciembre de 2010

Amor

Arduo otoño, y sin escribir. Antes de que lleguen las navidades, con las luces de las calles ya encendidas brillando en el frío helado de la noche, y las tiendas de figuritas de pesebre y adornos paradas en la plaza principal de mi ciudad, la Fira de Santa Llucia en la Plaça Vella, me apetece escribir sobre el amor. Y no sobre el amor romántico, cuyas palabras evocan momentos sublimes que se evaporan en el tiempo. Me apetece escribir sobre un amor superior. Dice Humberto Maturana que amor es el dominio de las conductas en las que el otr@ surge como un legítimo otr@ en convivencia con un@ mismo.

Ver imagen en tamaño completoHace unos días comparaba con una buena amiga esta definición con las que aparecen en el diccionario de la real academia española. No vale la pena repetirlas aquí. Concluíamos que así nos va la vida, con semejantes conceptos introducidos en nuestro chip/mente ya sea a través del diccionario, nuestro entorno o las películas que nos tragábamos a edades en que un@ no puede discernir las enormes diferencias en vivir sus días según estos parámetros u otros.

Maturana pone un pequeño ejemplo en una charla que visioné hace tiempo, sobre el concepto de amor del modo más simple. Si paseando por el campo con un amigo vemos una araña en el camino y nos apartamos, dejándola pasar, es que la reconocemos como ser vivo, y nuestro amigo que nos ve, nos puede decir de esta acción “Ah! Te gustan las arañas”; porque hay en ella una cierta forma de amor. En cambio si uno al ver la araña, la pisa para matarla, cuan diferente será la observación.

Veo en todo lo que respeto a mi alrededor, personas, animales o cosas, un reconocimiento legítimo que al tomar conciencia de que es amor, hace que me sienta más a gusto, feliz, y en paz. También, al reconocer y amar de esta manera mi cuerpo, mi alma y mi mente, el amor propio cobra una nueva dimensión, más plena. Es con este nuevo amor para mi, que amo.

En estos tiempos de turbulencias, en que vivimos con miedo por nuestros trabajos y nuestro futuro, en medio de tensiones, presiones y estrés, en que vemos como el mundo que conocíamos ya no volverá, es fácil caer en la desesperanza. Pero este sentimiento no nos conduce a nada. Hace falta tomar conciencia y actuar para salir de ella, simplemente porque no hay otra. Entonces, es un buen ejercicio salir de un@ mism@ y reconocer a los demás. El amor hacia los amigos en una larga tarde de charla delante de un café con leche humeante en un bar repleto de gente; o con la familia jugando con los pequeños en el suelo lleno de cachivaches en el comedor de casa; hasta con los compañeros de trabajo, compartiendo unas risas de buena mañana al entrar en la oficina, aún en los días de peores problemas. El amor es la emoción que funda lo social, dice Maturana. El interés genuino por los que comparten nuestro tiempo, hace que el resto de nuestras preocupaciones se vean más pequeñas, menos importantes, más livianas. En lugar de pre-ocuparnos, es decir de ocuparnos antes de la verdadera ocupación, destinemos nuestro tiempo a crear nuevas oportunidades, y en esa creación, amemos aquello que nos ocupe. Amar es llenarse. De regalo, podremos abordar las dificultades con más fortaleza, apoyados por las redes que habremos tejido con nuestro amar diario y consciente.

Traslademos esto a las organizaciones en las que vivimos, pues esta manera de concebir el amor nos permite poder contemplarlo en su sino, y reforzar los lazos del trabajo para hacerlo mejor y más a gusto. O seria demasiado atrevido en estos tiempos que corren decir felices?

Post de: Eulàlia

10 de octubre de 2010

Crea tu vida

Nunca hasta ahora había sido tan consciente de la importancia de hacer lo que un@ cree. Releo la carta al lector de Silvia Guarnieri en el tercer cuaderno de coaching “Creer para Crear” y me gustaría haber hecho algo de filología para conocer el origen de que sólo una letra separe dos palabras que ligadas en esta frase tan cortita desarrollen tan enorme potencial.

Me doy cuenta de que todas aquellas cosas que un día me imaginé, han sido posibles después a base de trabajo y del mismo convencimiento interior que perduró de la idea primigenia. Pero he andado por la vida sin darme cuenta, en una especie de programación invisible para mí hasta ahora. Un poco de casualidad, y bastante más de las creencias que me han legado mis antepasados en mi educación y el entorno que me ha visto crecer. Doy gracias y les honro por ello.

Es en estos momentos de grandes cambios en que percibo en el lenguaje de las personas que me rodean las creencias limitadoras o posibilitadoras que las acompañan en sus quehaceres. Sin un espejo que les haga frente, se mueven por la vida y actúan en consecuencia, sin preguntarse si las ponen al servicio de su vida o es al revés. La pregunta mágica “¿Para qué creo en esto?” es una manera de replantearse creencias que han devenido obsoletas en los días que nos toca vivir. No quiero decir que abandonemos todo lo que creemos, sino que revisemos aquello que nos im-posibilita, siguiendo el grafismo de Silvia. De espejo sirve el coaching.

En una situación de decrecimiento sostenido de ventas, un manager que piensa que no se puede hacer nada para motivar a su equipo dada la situación, está negando la posibilidad de remontar antes que su competencia. En cambio, el que cree que siempre hay algo que hacer, aún en el mismo entorno que el anterior, mantiene a su equipo con las ganas de llegar a la cifra que previamente ha visualizado y en la que cree firmemente que puede alcanzar.

Pero hablaba sobre algo superior, y es la creación del propio discurrir en este mundo. Algo que sólo nos atañe a nosotr@s mism@s. Creyendo en lo que queremos hacer y haciéndolo, estaremos creando y siendo quienes habíamos soñado. “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado” dice Buda. Piénsalo. Pero piénsalo de verdad. Qué quieres. Qué imaginas. Por dónde puedes empezar. Cómo transformarte. Qué cosas te impiden hacerlo. Qué posibilidades veo en lo que estoy viviendo. Qué es lo que no me deja ver las posibilidades. Y luego empieza a hacerlo. Siguiendo esta línea de pensamiento de Xavier Guix en el programa de radio “L’ofici de viure” dedicado a este enunciado, la pregunta que hace es “¿Aceptas que estas viviendo la vida que has escogido vivir? Soy creador si respondo: SI.”

Post de: Eulàlia

11 de septiembre de 2010

Deconstrucción

De pequeña, recuerdo que mi madre deshacía los jerseys que nos había hecho para aprovechar la lana. Me hacía colocar una mano frente a la otra mientras enrollaba el hilo ordenándolo en sesiones aburridísimas de vueltas infinitas que conformarían una nueva madeja para tejer otra cosa. Yo disfrutaba deshaciendo los puntos. Tirabas de la hebra e iban quedando anillitas libres esperando ser desatadas en la próxima pasada. Pero a menudo no es tan fácil, o al menos encontrar por dónde empezar.

Para aprender primero hay que desaprender. Desaprender a pensar, a comportarse, a actuar de una determinada forma. Deshacer para volver a hacer. Y esto es lo más difícil. Cuando somos ciegos, cuando seguimos unos patrones que nos son transparentes, parece imposible que el mundo sea de otra forma que como lo vemos ahora. Cuando somos ciegos, somos como un jersey que hay que deshacer porque se nos ha quedado pequeño.

Mientras avanzamos en el camino de la vida, a menudo hay que deshacer parte del camino andado. Hoy asistimos a escenarios en que las organizaciones se recomponen, los negocios se rediseñan, y las personas repiensan sus roles de vida. Ventas, cierres, fusiones, despidos... El mundo entero que conocemos está en deconstrucción para aprender una nueva forma de vivir. El recorrido de vuelta cuesta porque, a no ser que lo hayamos transitado a consciencia en la ida, no recordamos por todos los lugares por dónde hemos pasado ni qué nos hizo escoger uno u otro atajo.

No se trata de deshacer el modelo para construir uno igual. Se trata de reinventarlo, dejando que nuevos esquemas sirvan para construir algo diferente. Pero desde el punto de partida, el paisaje toma otra perspectiva y pueden aparecer nuevos caminos que de otra manera no hubiéramos visto para volver a caminar. Desde allí estamos preparados para liberarnos de lo aprendido y dejar espacio para aprender. Sin viejas creencias. Sin ideas preconcebidas. Con la inocencia de un niño. Con la humildad del aprendiz. Declarándonos áprendices de la vida. Es entonces cuando hemos muerto en los viejos hábitos y empezamos a nacer con los nuevos. El lienzo está en blanco, dispuesto a ser pintado de nuevo. Es tan emocionante! En la convicción que esto va a ocurrir, estoy trabajando en esta dirección.

Hoy, con la brisa fresca de la noche, aunque aún quede algo de verano por delante,  miro las hojas de los árboles que pronto empezarán a caer. Y pienso que voy a dejarme acompañar por el otoño, el ejemplo más típico de deconstrucción. Después, el letargo hivernal hará conservar la energía, el trabajo hecho, para que nuevas ramas se desarrollen y una nueva copa de una forma que aún desconozco, vuelva a verdear aún más intensamente si cabe.




Post de: Eulàlia

29 de agosto de 2010

esta semana entramos en septiembre

En Europa el verano se nos va en un suspiro y estamos entrando en su recta final. Y, aunque aún quedan días para disfrutarlo, la mayoría estamos ya empezando o a punto de empezar el nuevo curso. Septiembre llega esta semana y para muchos las vacaciones han terminado. Todo es relativo, mis amigos en el otro hemisferio, y los que irán a pasar sus vacaciones allí, están contentos, ya queda menos para su verano.
Retomo este domingo un enlace que me llegó por email a finales de julio y que reenvié a todo mi equipo. Hace días que quería releerlo y trabajarlo. Y puesto que aún estamos a tiempo de preparar septiembre aunque sea los últimos días como hacíamos en los exámenes, os invito a estudiar la acertada reflexión de Nekane.
Las preguntas más sencillas son las que tienen más valor, y las más difíciles de responder. Yo me quedo con la última pregunta, la que he estado repitiendo en mi empresa y a mi misma un día tras otro a lo largo de este último año y medio, frente a quejas y decaimiento. "¿tenemos alguna otra alternativa que no sea la de levantarnos y avanzar?". Igual que entonces, ante lo que nos deparan los próximos meses, podemos tomar dos actitudes: instalarnos en la queja y permanecer inmóviles, lamentándo lo que no ha salido bien hasta ahora; o ya que hemos elegido de una forma u otra (aunque sea la elección de no haber elegido otra cosa) estar aquí, actuar para cambiar, reinventándonos, y aprobar el examen más importante, el que nos hacemos a nosotros mismos. Esta es a mi juicio la actitud más poderosa.


Mi mantra: "Como sean tus días, así será tu fortaleza", de Jane Goodall .



Post de: Eulàlia

5 de agosto de 2010

Hola a tot@s,
obro una nova etapa d'un blog que va néixer amb empenta i que crec que val la pena reemprendre. Fa massa temps que ho volia fer, per fi!

És una època fantàstica de canvis que som privilegiats de viure perque podem crear noves maneres de fer les coses, i per tant m'agradaria que tornessim a escriure tots aquí per compartir els aprenentatges d'aquests dos anys que ens separen de l'inici de la creació del blog.

Veig les portes obertes a la reflexió i la creació de noves possibilitats per a les nostres vides. I des de les nostres professions, com hi estem influint?

Si mirem enrera, cadasqú haurà viscut professional i personalment de diferent manera el que ens ha tocat de viure en comú. Crisi, crisi, crisi. Per mi la època més brutal d'aprenentatge. Tota una oportunitat. Persones unides en un mateix objectiu, iniciativa, coratge, flexibilitat, nova consciència... sobretot, nova consciència. I la única certesa, que el canvi és continu. Engrescador!

El més important de tot, aprendre a moure's en la incertesa, quina sort l'aprenentatge que vam fer en el seu moment junts. Opineu el mateix?

Tinc ganes de compartir amb més persones que les del meu entorn proper, la visió que tinc d'aquesta nova etapa que encetem. Més que això, d'anarla construint entre tots, en converses i paraules que es converteixen, pel sol fet d'expresar-les, en accions i noves realitats. No sé on anirem a parar, penso que el bonic serà fer el recorregut, el camí ple de diamants. (vegeu el llibre "el monje que vendió su ferrari" de Robin Sharma).

Que aquest sigui un dels focus de coneixement on ens poguem recolzar a mida que anem caminant, enriquint-nos mutuament des de les diferents perspectives i opinions, és un dels objectius de tornar a reobrir aquest blog.

Espero que us sembli bé. Ara que és estiu segurament tots treurem un moment per a la reflexió fora de la febril activitat de l'any. Us convido a enviar-nos nous articles, o notícies del que esteu treballant actualment. Li he demanat a la Mònica de deixar-me entrar com a administradora perque tinc ganes d'escriure, aprendre i compartir! Mònica, gràcies, ja veurem què en surtirà de tot això. Obro la oferta a deixar el vostre comentari a totes les persones que ens llegeixen i vulguin aportar alguna cosa de valor.

Català, castellà, anglès, francès... el blog és multilingüe. Visca la diversitat

Us espero
Una abraçada
Eulàlia