31 de marzo de 2008

Ferrada de Centelles

Como ya sabeis, parte del grupo asistió a una actividad de aprendizaje que nos propuso la empresa RETOS.

Aquí teneis la prueba de lo que conseguimos:


Ver más fotos

27 de marzo de 2008

Congreso Nacional de RR.HH


Barcelona, Miércoles 2 de Abril de 2008
Palau de Congresos de Catalunya
Avd. Diagonal 661-671, Barcelona

Descubre los Factores Clave del Éxito en la Dirección de RR.HH y Management

El Mayor encuentro Nacional para Directivos de Recursos Humanos y Management El Congreso Nacional de RR.HH. representa una cita imprescindible para la dirección de recursos humanos. Sin duda alguna el bien más valioso de una compañía son sus personas, el objetivo del congreso es descubrir los factores clave del éxito en la gestión de personas.


Horario de la jornada:
8:45h - 9:15h - Recepción y Acreditaciones
9:15h - Inicio del acto
13:45h - 16:00h - Pausa
17:45h - Cierre del acto

Invitación de: E-Motiva

Hemos pensado en vernos allí ese día todos aquellos que podáis venir.
Si os habéis inscrito poner un comentario en este mismo post para poder quedar antes y vernos.

18 de marzo de 2008

Relato de la Experiencia

Sábado, 8 de marzo de 2008
Ese día, no importa porque motivo, me levanté antes de lo previsto.
La impaciencia me hacia ir deprisa, me hacía correr, sin tener tiempo de mirar el reloj. Preparé mi mochila, tomé un café con leche y salí corriendo.
Cuando por fin lo miré me di cuenta que me había levantado una hora antes de lo previsto.

Para amortizarla me conecté a Internet. Lo primero que hice fue ver el tiempo iba a hacer en Centelles: decía “nublado” y la temperatura se preveía entre 5 y 15º. Busque la vía michelín de nuevo y comprobé cual era la mejor ruta para llegar. Me metí en la Web del ayuntamiento y saqué información de la “vía ferrata”.

Ya tenía información pero no quería creérmela. ¿Sería una metáfora lo que nos proponía “Retos”?

Poco a poco me di cuenta que esa vía existía, que la dificultad para hacerla era bastante importante y que yo estaba ahí, preparada para irme, desafiando esa realidad.

Yo, a mis 56 años, con achaques de lumbalgia, en proceso de rehabilitación de cervicales, con las rodillas hechas polvo, me estaba preparando para hacer algo que seguramente era demasiado para mí. A pesar de todo, la hora se me pasó volando. De nuevo tuve que correr para llegar a tiempo y encontrarme con Joana en una estación de servicio de Viladecans.
Llegué en punto pero ella no estaba allí. Empecé a impacientarme y decidí llamarla. Mi sorpresa fue ver que me había dejado los móviles (tengo dos).
Hice las mil y una para contactar con ella (teléfono de bar, mi marido de intermediario, etc.) por fin nos encontramos, volví a mi casa a por los móviles y salimos dirección Mollet. Allí nos esperaban Anna y Mónica F.
Las cuatro y con la información sacada de Internet de cómo llegar a nuestro punto de encuentro, fuimos adentrándonos a esa aventura que acabábamos de empezar.
Llegamos las últimas y enseguida nos presentaron a los monitores: Lluis el entrenador de Edurne, la propia Edurne, Valentín alpinista amateur que hizo el K2 a la vez que Edurne (2004) pero desde otra arista, Claudio que ya conocíamos de “Anticipa” y su pareja Nuria (que resultó ser mi compañera en esa expedición que emprendimos).
De nuestro grupo solamente éramos ocho. Además de las cuatro que llegamos juntas estaban Meritxell, Mónica A., Jordi Borrell y Gabi
Teníamos preparado un “pa amb tomaquet” con embutidos de todas clases y mientras lo degustábamos empezó nuestra aventura.

En primer lugar nos explicaron sus experiencias en el K2 . Sus éxitos porque ambas expediciones lograron la cumbre y sus fracasos ya que ambas expediciones sufrieron pérdidas.
La de Valentín sufrió la muerte de un compañero, del líder del equipo. Un ataque de apendicitis que no pudieron detener.
La de Edurne, sufrieron congelaciones tanto ella como otro compañero y tuvieron que permanecer hospitalizados dos meses.

Oírles contar su propia historia, me puso la piel de gallina. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y su voz temblaba cuando lo contaban.

Después nos propusieron el plan para ese día.
Cada uno debía llevar un reto ya fuese personal o profesional
Lo primero que haríamos es ir en coche hasta el pie de la ferrata.
Allí nos darían el equipo y las instrucciones necesarias para desenvolvernos lo más autónomos posible. Preguntaron si había alguien que no quisiera subir por la ferrata.
Nuria, una de las profesoras dijo que ella y por supuesto yo, levanté mi mano para hacerle compañía.
De hecho mi propósito era estar ahí para ver y en todo caso ayudar en lo que les hiciese falta. Ser un poco el coche escoba, la intendencia...pero estar cerca de ellos y vivir su experiencia lo más cerca posible.

Le pregunté a Edurne si podía ir sin subir. Me dijo que sí. Que había un camino alternativo y que por favor fuera.
Una vez puestos los arnés, los cascos y los mosquetones todos nos dirigimos al pie de la ferrata. Desde ahí había dos rutas: la roja y la amarilla. La roja era la vía ferrata propiamente dicha y la amarilla el camino de regreso.
Nuria y yo íbamos a hacer la ruta amarilla. Nos quedamos allí, viendo como empezaba la aventura y esperando que Lluis viniera a por nosotras.
Hicieron una fila. El primero en subir era Lluis (el entrenador de Edurne). Detrás iban Joana, Mónica A., Meritxell, Mónica F., Anna, Edurne, Gabi, Jordi, Claudio (profesor que subía por primera vez) y Valentí.

La pared tenía unos 15 metros, una escalera metálica (grapas en la pared) y una cuerda-guia metálica para enganchar los mosquetones.

Las indicaciones que les hicieron eran: que los dos enganches del mosquetón debían atarlos a la cuerda (uno en un sentido y otro en el otro), para, en caso de caída que les aguantara y no se abriera. Que ellos disponían de dos manos y dos pies. Que en todo momento tres de estos debían estar firmes (aguantándose) y el tercero (mano o pie) debería avanzar peldaño tras peldaño y cambiando el mosquetón de tramo.

Empecé a hacer fotos. Me impresionaba como iban avanzando... lentamente pero avanzando. Al rato Joana ya estaba arriba de lo que yo creía el primer tramo. Parecía que le costaba subir pero Lluis le echó una mano.

Después Mónica A. Cuando ya casi llegaba, se atascó. No podía subir. Quería tirar para atrás pero no podía. Los demás ocupaban el resto de peldaños. Se hizo el silencio. Lluis de nuevo. Esta vez bajó hasta donde estaba ella. Le dio la mano. Los demás le daban ánimo, sobretodo Edurne.: Mónica tu puedes... ella se lo creyó. Necesitaba creérselo y sacando fuerzas de Dios sabe donde consiguió pasar ese tramo donde la roca sobresalía y la escalera parecía estar más atrás de su cabeza.

Los demás fueron subiendo. De pronto apareció Lluis y nos dijo: para arriba. El camino estaba muy bien señalizado, puntitos amarillos decían por donde pasar, cruces amarillas por donde no podíamos.

Al principio todo bien. Poco a poco iba empinándose. De cuando en cuando había cuerdas donde agarrarte que te ayudaban a subir. Todo era cuesta arriba, zigzagueando . De cuando en cuando tenía que pararme: mi corazón latía y necesitaba recuperar mi ritmo cardíaco. También Lluis tenía que darnos la mano, a Nuria y a mí, en sitios donde se podía resbalar

Me iba preguntando: ¿que tal vas?. Yo le decía voy bien. Lo que no sé es como voy a bajar esto. El se reía y decía: ya te ayudaremos.
Y es que mi problema, siempre reside en bajar. Mis rodillas no aguantan frenar y voy perdiendo fuerzas, hago los pasos cada vez mas cortos y se eternizan mis bajadas.

Cuando nos encontramos con el resto del grupo estaban haciendo la puesta en común de la experiencia. Cada uno contaba como se había sentido. Que le había ayudado a superarlo y si se sentían con ánimo de seguir. Quedaban dos tramos. Todavía.
Mi opinión fue que yo no continuaba. Sabía lo que me esperaba para bajar. Me convencieron diciéndome que el segundo tramo no era tan difícil y al final accedía a continuar. Esta vez nos acompañó Valentí.

No era tan difícil, era mas plano, pero tenía dos palmos de ancho para andar y un trecho bastante largo con un precipicio que mejor era no mirarlo. Valentí nos decía: hay que andar como un viejo (es decir muy poco a poco) para llegar como un joven. Le hicimos caso y lo conseguimos.

Llegamos antes que el resto y tuvimos tiempo, Nuria y yo de hacernos amigas; compañeras; confidentes,... no se... nos contamos muchas cosas y estoy segura que sus puntualizaciones me harán pensar y en definitiva me ayudaran en mi trabajo.
Cuando llegó el grupo realizamos la segunda puesta en común. Era interesante ver como se sentía cada uno. Se cambiaron varias veces el orden porque Meritxell protestó porque habían puesto a las mujeres primero y a los hombres detrás, etc. etc.

Yo comenté que esta vez no había visto al resto del grupo; que para mí había supuesto un esfuerzo ya que el precipicio se las traía y que ahora si que estaba decidida a esperarles. El tercer tramo no lo iba a hacer, no porqué no me viera capaz de subir sino porque no me veía capaz de bajar.
Lluis dijo que no me preocupara que ya me ayudarían pero le dije que por experiencia, si ellos necesitaban una hora para bajar y necesitaría tres y la verdad es que íbamos un poco retrasados. Eran las tres y nos faltaba el último tramo y bajar.

No se como fue pero empezaron a hablar entre los monitores y de pronto me dijeron: ¿si no tuvieras que bajar, subirías el último tramo?. Por supuesto que si, les dije. Entonces me dijeron que Valentí iba a por un coche y que había una carretera para bajar desde el otro lado.
No me lo podía creer. De pronto me sentí aligerada. Con ganas de continuar.. Super contenta. Casi no estaba cansada...

Y empezó el tercer tramo. Valentí seguía con nosotras. Me tuve que parar muchas veces. Mi corazón latía a 1000 por hora pero paraba un ratito y me recuperaba. Cuando llegamos a un punto determinado, Valentí se fue a por el coche. Al rato apareció Anna. Nos contó lo que le había pasado.
Nos enseñó sus manos, las tenía sangrando. Nos dijo que se le habían acabado las fuerzas, que sus manos no la sujetaban y que se había tenido que soltar en un lugar crítico. Suerte del arnés que no la dejó caer mas de medio metro. A partir de ahí la ayudaron a llegar hasta el camino amarillo y ahí estaba con nosotras.

Al rato llegó Claudio. Le había pasado tres cuartos de lo mismo. El se cayó tres veces, porque lo reintentaba pero al final desistió.
A pesar de todo, ninguno de los dos se sentía fracasado. Al contrario. Estaban supercontentos de haber llegado hasta ahí.
A medida que llegaron el resto, Lluis dijo que nos faltaba el último tramo y que ese lo íbamos a subir todas incluidas Nuria y yo. Y ya nos ves vistiéndonos con los atuendos de los primeros que subieron.

Yo fui la última en subir. Eran tres metros mas o menos de desnivel, con una protuberancia que hacía que las escaleras fuesen muy difíciles, sobretodo para mí.
Antes de empezar mi aventura, les dije que por favor me hiciesen fotos. Yo necesitaba verme y además poder enseñarlas a mi familia y amigos ya que nadie se lo creería si solamente lo contara.

La ascensión fue difícil. Mis piernas no alcanzaban ir de un peldaño al otro. Me decían: Pon el pie en la roca, a ver si así lo consigues. Y efectivamente lo fui consiguiendo. Yo sola, peldaño a peldaño logré EL CIM.

La alegría que sentí solo debo agradecérsela a este equipo. Yo pensaba que era incapaz de hacer una cosa así. Después me di cuenta que el resto de compañeros les pasaba lo mismo. Para ellos también era increíble haber hecho semejante hazaña. Nos hicimos fotos en la cumbre. Eran las cuatro de la tarde.

Todo el grupo decidió bajar andando. Solamente Nuria y yo nos quedamos esperando a Valentí. Pronto llegó y empezamos nuestro descenso, esta vez en coche, eso si que era una suerte!!!...
Por el camino recogimos a Mónica F. Sus piernas temblaban; y ya no podía más.

Valentí se quedó con el grupo y nosotras tres, con el coche de Jordi, nos fuimos al restaurante para ir pidiendo la comida.
Pedimos ensaladas, alcachofas, judías... cosas que cuando llegasen estuvieran ya en la mesa. Después cada uno ya pediría el segundo plato.
Llegaban a las cinco de la tarde. Entonces empezamos a comer.

Después hablamos y hablamos de nuestros retos, de sí los habíamos conseguido; de que a veces lo importante no es conseguir una meta sino tener alternativas para no quedarse atascado; que lo más importante es vivir cada momento y estar satisfecho de tus logros, por pequeños que sean; que el equipo es importante pero que cada uno debe aportar algo de sí mismo; que solos no lo conseguiríamos... y tantas y tantas cosas... que se me hace difícil enumerar.

Mi percepción de esta experiencia: que estoy contenta.
Contenta de haber apostado por ir a ese Reto. Contenta de haberlo probado; contenta por haber llegado a la Cima; contenta por la ayuda y el cariño que recibí de todos.

Y ahora porqué escribo? Pues porqué no quiero que se me olvide. Quiero releer este escrito una y otra vez. Quiero dárselo a leer a otros para que sepan mi experiencia. Quiero tenerlo muy vivo y cerca de mí.
Que he aprendido?
A confiar en los demás. A respetarles. A confiar mas en mi misma. A tener en cuenta a todos y a cada uno del equipo. A aceptarles tal y como son. A decir las cosas que pienso. A mostrar mis debilidades y a no avergonzarme de ellas.
A querer a los demás. A admirarlos por su fuerza de voluntad.
Creo que no supe decirlo en su momento, pero os quiero felicitar por esta idea que estáis llevando a cabo. Primero me parecía que os sería difícil encontrar gente de empresa que se prestara a este tipo de experiencia.

Me gustaría dar mi testimonio y decir que esta aventura es lo mas didáctica que he podido vivir. Que siempre hay alternativas cuando algo es difícil. Que lo bueno es confiar en el equipo y no tener miedo a enfrentarte a cosas nuevas y sobretodo que querer es poder. Siempre me lo habían dicho pero nunca lo hubiese creído.

Felicidades a los trece.
A pesar de lo que dicen de “él” para mí ha sido un número mágico
Por: Maria

13 de marzo de 2008

MARCA, 12/03/2008
La montañera española Edurne Pasabán:
Es el momento de conseguir subir las 14 montañas"
LA MONTAÑERA ESPAÑOLA MOSTRÓ SU EMPEÑO DE COMPLETAR SU PROYECTO

La montañera española Edurne Pasabán ha mostrado su empeño en "seguir adelante" para completar su proyecto '14 x 8.000 metros', que consiste en subir los catorce picos de más de ocho mil metros de altura que existen en el mundo, de los que ya ha logrado escalar nueve. Pasaban, que comenzará este mes la ascensión al monte Dhaulagiri, en el Himalaya, con el objetivo de ser la primera mujer que escale 10 montañas de más de 8.000 metros de altura, afirmó en declaraciones a EFE que su reto para los próximos años es "conseguir subir las catorce montañas". "Es un reto personal muy grande, llevo muchos años trabajando para esto. Quizás cuando has subido cinco montañas, plantearte el reto de 14 'ochomiles' es demasiado, pero una vez que tienes nueve hay que seguir adelante. Para mí es un sueño, cuando comencé no iba con esa intención, pero ahora es mi reto y mi sueño", explicó. La montañera de 34 años ve más cerca la conclusión del proyecto, aunque "no tan cerca" como quisiera. "Son cinco montañas las que quedan, pero hay que ir con tranquilidad, aunque el 75% del proyecto esté hecho. Todavía me queda mucho camino que recorrer, y soy muy consciente de ello", señaló. Con miras a este reto, Pasaban considera imprescindible mantener "los pies encima de la tierra", sobre todo porque "cada expedición es jugarte la vida, y hay que tener las cosas muy claras a la hora de tomar las decisiones en montaña".


Más información: ADN TV
Nombramiento de Edurne como mensajera de la candidatura olímpica Madrid'16

10 de marzo de 2008

Una experiencia única!

Desde aquí, queremos agradecer a todo el equipo de RETOS su apoyo en la experiencia de aprendizaje que vivimos en la FERRATA DE CENTELLES.

Gracias EDURNE por tu ilusión en la salida, a VALENTÍ por tu profesionalidad, a LLUÍS por tu técnica y tu ayuda imprescindible en momentos decisivos, a CLAUDIO por tu fortaleza y ejemplo y a NÚRIA por tu apoyo.
A todos, GRACIAS por la confianza que pusisteis en nosotros.

Como muy bien ha sabido plasmar Joana:
"Hemos vivido una experiencia extraordinaria para interiorizar y para sentir en nuestra propia piel lo que significa fijarse metas retadoras, para salir de la zona de confort, para reponernos a los tropiezos en mitad del camino, para sentir la ayuda del equipo... todo ello en un entorno absolutamente protegido, seguro y por supuesto, disfrutable, disfrutable y disfrutable!!"

Gracias a la gente de RETOS, os auguramos muchos éxitos.
Joana, Mònica A, Jordi, Gabi, María, Anna, Meritxell i Mònica F.


Ps.: Tan pronto tengamos las fotos de la salida las pondremos en el BLOG.

3 de marzo de 2008

Palabras sabias...

Aquí tenéis un documento que fue importante en un momento de mi vida:

¿CÓMO HACER PARA ENCONTRAR SATISFACCIÓN EN LO QUE HAGO?

“Seguramente requiere una conversación, pero lo que uno quiere que ocurriera es que la persona se dé cuenta de que ella está ahí porque ella o él eligió estar ahí. Porque el estar ahí le permite conservar algo en su vivir.
Si uno se detuviese a reflexionar, podría ver que uno está donde está porque uno eligió estar ahí, para conservar algo consciente o inconscientemente, que de otra manera perdería: una remuneración, un estar, un prestigio, una amistad, la familia, lo que fuere. Y si en esta conversación, la persona se da cuenta de que eso es efectivamente lo que ocurre, lo más probable es que en la reflexión posterior al darse cuenta, pueda entrar en su quehacer con otra actitud. Ya no con la actitud de rechazo, ya no con la actitud de queja, sino con la conciencia de que está ahí porque está obteniendo algo que es lo que quiere, que puede hacerlo bien y que no es la lucha lo central, sino que la conservación del espacio que le permite conservar lo que quiere conservar”

Dr. Humberto Maturana

Quiero compartir con vosotros también esta entrevista que guardo de "La Vanguardia" a Srikumar S.Rao, motivador personal.

(Click sobre la imagen para leer la entrevista)

Post de: Mònica A.